Historia

El día 3 de junio de 1987, hace 28 años, abríamos las puertas de Sa Roqueta, ya en su emplazamiento actual, una antigua casa de pescadores habilitada como taller de construcción de velas para llaüts. Toni Serapio, junto a su padre, Biel, y su esposa, Nieves Carbonell, inauguraron lo que en principio iba a ser una cantina marinera.

Mientras Toni hacía la reforma del local -a pie de obra, como un paleta más-, el lugar fue tomando forma de restaurante y así se quedó. Biel Serapio, marinero durante gran parte de su vida, ya había llevado el bar-restaurante del Club Nàutic Portitxol y además había sido cocinero de barca. Él y su nuera empezaron a gobernar los fogones mientras Toni atendía el comedor.

El primer día ya se colgó el cartel de ‘completo’. Fue un caos, lógicamente, pero todo salió bien. La carta de Sa Roqueta fue marinera desde los inicios, basada en recetas familiares y de barca: aguiat de peix, paella de pescado, calamar con cebolla, pescado fresco a la plancha, trempó de sepia… Esta última receta -a base de un trempó tradicional unido a dados de sepia brevemente salteados- sigue en nuestra carta, después de 28 años, ya que nuestros clientes no permitirían que la quitásemos.

Clientes satisfechos


Nuestra mayor satisfacción es ver salir a nuestros clientes felices después de comer los platos que cocinamos para ellos en Sa Roqueta.